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TOTEKING

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EL PODER DE LAS BARRAS

EL PODER DE

LAS BARRAS

EL PODER DE LAS BARRAS

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"EL GUERRERO MÁS PODEROSO ES AQUEL QUE LOGRA VENCERSE A SÍ MISMO". ESTA FRASE PRONUNCIADA POR NETZAHUALCÓYOTL, POETA, ARQUITECTO Y REY CHICHIMECA DEL SIGLO XV, REFLEJA A LA PERFECCIÓN EL ESPÍRITU NECESARIO PARA SUPERARSE CADA DÍA, SEA CUAL SEA LA DISCIPLINA QUE SE PRACTIQUE. ESTA IDEA TOMA MAYOR DIMENSIÓN SI HABLAMOS DEL MUNDO DE LA MÚSICA, YA QUE LOS ARTISTAS ESTÁN EXPUESTOS NO SOLO A LOS JUICIOS DEL PÚBLICO Y LAS EXIGENCIAS DEL MERCADO, SINO TAMBIÉN A SUS PROPIOS MIEDOS E INQUIETUDES; RENOVARSE ES VITAL PARA SEGUIR MOTIVADO Y ESTAR A LA VANGUARDIA. LA INDUSTRIA MUSICAL ES UNA SELVA EN LA QUE SOLO LOS MÁS FUERTES SE MANTIENEN EN LA CÚSPIDE DE LA PIRÁMIDE ALIMENTICIA, PERO, ADEMÁS, MUY POCOS SON CAPACES DE SOBREVIVIR SIENDO ELLOS MISMOS Y DICIENDO REALMENTE LO QUE PIENSAN.
 
 
José GORDILLO
 

   
 
 
 
El rap es posiblemente uno de los géneros musicales con mayor competencia comunicativa. Las líricas y los mensajes de los MCs suelen ser muy cercanos al público, por lo que es muy probable que acaben dejando huella en nuestra mente. Esta huella cobra más relevancia a medida que incrementa nuestra empatía con la obra y el autor de la misma, estableciendo un vínculo que a veces trasciende lo musical. Las sensaciones que transmite Toteking en persona son muy similares a las que transmiten sus letras; en un primer momento, pueden parecer espontáneas e incluso sencillas debido a su naturalidad, pero hacer que lo difícil parezca fácil exige más dedicación de lo que parece, ya que detrás de todo aquello que cuenta o escribe existe un continuo ejercicio de análisis y reflexión, secundado por una ética de trabajo tan implacable como visceral. Y es que desde que empezó su relación con las rimas, este sevillano ha sabido cómo pulir su talento hasta convertirse en uno de los raperos más respetados de todo el panorama. A pesar de que su trayectoria ha experimentado todo tipo de situaciones, siempre ha logrado resistir como uno de los máximos exponentes del rap en español. Ahora, más de dos décadas después de su asalto al micrófono, Toteking sigue defendiendo su trono con mano de hierro.
 
Manuel González Rodríguez (Sevilla, 1978) nació en el barrio de La Macarena y creció en el seno de una familia muy abierta de ideas, donde la música siempre estaba muy presente. Tras residir en varias viviendas en las que no había ni televisión, su familia se mudó a una casa "un poquito más digna" en la calle Alcántara. Sería allí donde Manuel comenzaría a atesorar sus primeros recuerdos musicales: "Me acuerdo de un mueble de obra blanco que tenía mi madre que estaba lleno de libros y vinilos; trepaba por ese mueble literalmente, subiéndome por las estanterías e investigando libros como los de Henry Miller". Aquel niño pasaba las horas indagando en obras literarias y en colecciones de vinilos de grupos como The Rolling Stones, Pink Floyd, Traffic o King Crimson. Al principio, lo que más le llamaba la atención eran las portadas de los discos, especialmente la de In the Court of the Crimson King (1969), "la de la ilustración del tipo con la cara esa que parece de horror. Se me grabó de chico en la memoria porque recuerdo perfectamente la sensación que tenía, me daba miedo esa portada", confiesa.
 
 
 
 
 
 
 
Las colecciones de vinilos sumergieron de lleno al pequeño Manuel en el mundo de la música. Mientras se quedaba solo en casa investigaba y aprendía a poner los platos en el tocadiscos para poder escuchar todos aquellos álbumes, sobre todo los de su madre: "Recuerdo el Between the Buttons de los Rolling como uno de los discos que más quemé de chico, creo que incluso llegué a rallar ese vinilo de ponerlo mal". Aunque el rock era lo que más le gustaba, una familia melómana como la suya le ofrecía la posibilidad de poder disfrutar de diferentes géneros musicales. Si su madre era una apasionada del rock y del soul, su padre "solo escuchaba jazz, y dentro del jazz escuchaba casi siempre el mismo disco, el Kind of Blue de Miles Davies, su disco favorito y que tenía puesto a todas horas". De esta forma, Tote, como solían llamarle sus familiares y amigos ya por aquel entonces, fue poco a poco descubriendo un universo cada vez más extenso, un universo que le atrapó y que marcaría su vida para siempre.
 
 
Los inicios en el hip hop
 
El lugar habitual de reunión de Tote durante su adolescencia solía ser la histórica fuente de la Pila del Pato, cerca del centro en el que estudiaba, el Instituto de Enseñanza Secundaria Velázquez. Fue allí donde se fijaría por primera vez en el hip hop y en la rima. "Yo escuchaba rock, iba con mis pelos largos, con mis amigos heavies y tal", cuenta, "y jugando un partido de baloncesto en el colegio, un amigo del barrio puso una radio debajo de la canasta con rap. Mientras íbamos jugando lo escuchaba y me llamó la atención. Me pasó cintas de casete y, de repente, no sé, me sedujo, tío". Aquella época coincidió con los primeros años de Rage Against the Machine, uno de los principales impulsores del rap metal, de manera que el salto de un género a otro no le resultó tan brusco como podría pensarse. "Después de escucharlo, fui a casa de mi amigo y me enseñó su colección de cintas y ya empecé a copiarme esas cintas y a grabármelas", pero este no solo le pasó cintas de casete, "también tenía programas de la MTV grabados. Entonces, podía acompañar lo que oía viendo a las personas: veía las pintas, las botas Timberland, los baggies, la ropa de la época... era mágico, tío, eso me enamoró”.
 
Tote no se arrancó a escribir realmente hasta que descubrió el rap. El arte de la rima, el verso y la métrica le resultaba tan novedoso como apasionante, así que se volcó en intentar mejorar sus habilidades. Al mismo tiempo, ya preparaba su ingreso en la universidad para estudiar Filología Inglesa. El día que fue a echar la matrícula a la facultad observó a un estudiante que vestía un chándal Adidas y decidió acercarse él. "En esa época los raperos sabíamos quiénes éramos, sobre todo por la talla y por las marcas, las cuatro que usábamos", explica. Aquel chico, llamado Juan Ignacio y cuyo alias era Juaninacka, sería su primer gran maestro dentro del hip hop: "Para mi gusto, es de los tíos que mejor ha escrito y escribirá nunca rap en España. Muchos aprendimos a escribir y a estructurar las barras gracias a él". Junto con DJ Randy y Juanma, Juaninacka formaba parte de La Alta Escuela, uno de los grupos pioneros en la escena hip hop sevillana. La agrupación acogió a Tote con los brazos abiertos, sin embargo, al ser el último en incorporarse, tuvo que ponerse las pilas y aprender rápido.
 
 
 
 

 
   
 
La Alta Escuela editaría su primer LP a finales de la década de los 90. La idea inicial era grabar una maqueta, aunque Acción Sánchez (SFDK), que había escuchado y apreciado la buena calidad de aquel trabajo, decidió poner en contacto al grupo con Flow Records para que pudieran lanzarlo en formato profesional. En pie de vuelo (1999) incluiría once cortes producidos por Moro y con las colaboraciones de El Tralla, La Gota que Colma, Mala Rodríguez y SFDK. Si bien en su momento no tuvo excesiva repercusión, a día de hoy está considerado como uno de los grandes clásicos del rap español. Pero el mundo de la música está repleto de obstáculos y muchas veces las cosas no salen como uno quiere. En aquellos años, los integrantes de La Alta Escuela tenían numerosas dificultades para organizarse y reunirse con cierta frecuencia, sobre todo debido a la distancia, pues mientras que Tote seguía en La Macarena, el resto del grupo vivía en el municipio sevillano de Coria del Río. Finalmente, la formación se disolvió y cada uno se centró en su carrera en solitario. Tote, al que apodaban 'El rey del desfase', continuaría su nueva etapa bajo el nombre de Toteking.
 
Durante aquellos años el movimiento hip hop había ido cobrando cada vez más fuerza en Sevilla. En el barrio de Pino Montano había varios grupos de jóvenes que solían quedar para escribir y rapear alrededor de una radio. Aquellas reuniones, en las que por encima del pique sano primaban el respeto y la amistad, fueron la cuna del rap en la ciudad: SFDK, Mala Rodríguez, Jesuly, El Tralla, La Gota que Colma, Dogma Crew... "Cada fin de semana había algo, si no era un grupo que presentaba una maqueta, era un DJ que venía o una exhibición de grafiti en el río y por la noche una fiesta en la Fun Club o la Microlibre", recuerda Tote, que fue poco a poco dándose a conocer por Pino Montano y ganándose un prestigio, también como consecuencia de su gran trabajo con La Alta Escuela. Tras la disolución de La Alta Escuela, Zatu y Óscar (SFDK) le ofrecieron acompañarles como corista en su gira por España. La experiencia le valió a Tote para adquirir tablas en el directo, así como para aprender todo lo que había detrás de una gira, desde la gestión de los conciertos hasta la convivencia con el grupo. Mientras tanto, fue preparando su primera maqueta en solitario, Big King XXL (2001), producida por Acción Sánchez y Jefe de la M, que también le acompañaría al micrófono en una de las canciones, al igual que Shotta, Keyo y Zatu.
 
 
JOSÉ GORDILLO: En los primeros años de vida del género surgieron muchas agrupaciones. Sin embargo, con el paso del tiempo parece que el rap se ha ido individualizando; sucedió primero en Estados Unidos y más tarde también pasaría en España. ¿Ha perdido el hip hop ese sentido colectivo que tenía al principio?
TOTEKING:
Eso ha pasado, pero a mí no me parece malo, tío. Me pasa con la literatura, me gusta mucho Witold Gombrowicz porque habla de la individualidad. Yo me siento yo desde que rompí con SFDK, Dogma, este o el otro, y creo que eso es lo que marca a una persona. Quiero decir que en la colectividad lo importante es que te vea, nos demos un abrazo y estemos guay. Pero en la música es importante la individualidad para que tu voz salga y no estar todo el día al servicio de otra persona o intoxicado por el que rapea al lado. Hubo una época en la que éramos todos lo mismo, teníamos matices, pero éramos muy parecidos porque estábamos todo el puto día uno al lado del otro. Mi camino me funcionó mejor cuando me despegué. Es más duro porque estás más triste y más solo, pero a la vez esa soledad te hace descubrir quién eres y descubrir tus miedos. A mí me gustó aislarme y es un ejercicio que recomendaría hacer. Para juntarte y hacer música juntos están las colabos, compartir un día de estudio con alguien. Pero en el día a día tienes que estar solo y con tus cosas para sacar tu voz.
 
 
 
 


"En la colectividad lo importante es que te vea, nos demos un abrazo y estemos guay. Pero en la música es importante la individualidad para que tu voz salga". / Julián VÉLEZ
 
 
  
 
Después de Big King XXL, Toteking fichó por el sello discográfico Yo Gano, para el que regrabó algunos temas, titulando este trabajo Duermen (2001). Yo Gano quería editar su álbum debut en solitario incluyendo muchas colaboraciones vocales, pero la falta de tiempo obligó a cambiar los planes. Entonces, Tote decidió unir fuerzas con su hermano pequeño, Shotta, que ya había participado en Big King XXL, desarrollando así casi todo el proceso de creación del disco en el dormitorio que compartían. Cada mañana ambos se levantaban rápidamente para apropiarse de la única mesa del cuarto: "Había unos bafles de estos chiquititos que sonaban cascaos', conectaba un ordenador antiguo que teníamos y corríamos a conectarnos al Napster para ver si se había descargado lo que habíamos dejado descargando por la noche, que bajaba a velocidades tortuga". Si uno estaba en la mesa, el otro estaba en la cama; el espacio era tan reducido que se escuchaban rapear mutuamente. La cercanía y la confianza provocaron que las letras fluyeran solas. "En un espacio minúsculo, con litera, donde compartíamos todo, que surgiese ese feeling entre los dos fue mágico", recuerda con alegría.
 
 
MC revelación
 
En el año 2002, Toteking & Shotta publicaron Tu madre es una foca, uno de los discos con más química del rap español. "No era como cuando estás en un estudio de grabación pepino y estás en la pecera con tu intimidad y tu hueco", comenta Tote, "allí todo era oler lo que tenía el de al lado rápido y decías "¿a ver cómo vas por ahí? Pues párate que voy a seguirte yo con esa palabra en el segundo cacho"". Precedido por el maxi Nada pa mí, este LP estaría compuesto por quince temas producidos en gran medida por el malagueño Big Hozone, además de Acción Sánchez, Breakmecanix, DJ Makei, El Cerebro y Jefe de la M. Calificado por la revista Rockdelux como una "golosa gamberrada", Tu madre es una foca es rap directo, cortante y grotesco sobre instrumentales que oscilan entre lo hardcore y lo underground. La temática es tan diversa que abarca letras con guasa (Estoy en forma), odas al rap (Poesía urbana), secuestros imaginarios (Bigota de la ponderosa), críticas sociales (Líderdelpapel) o canciones que rozan lo esotérico (Damballa). Toteking recibió numerosos elogios por el estilo descarado y rompedor que despliega en este disco, ganando incluso el Premio Hip Hop Nation al mejor MC revelación de 2002.
 
La notoriedad alcanzada por los hermanos de Alcántara se tradujo en un mayor número de seguidores y en la posibilidad de tocar en directo en distintos lugares: "El primer bolo que recordamos se hizo con Flowkloricos en Bilbao, en una sala que se llamaba The Palladium. Nunca lo olvidaré porque fue el primero. Y había 300 personas, o sea, que ya había pasta, ya eran unos números decentes". La carrera de Tote se disparó definitivamente con su primer álbum en solitario, Música para enfermos (2004). En esta ocasión sí pudo contar con colaboraciones de gran nivel como Xhelazz, Falsalarma, Juan Solo, Frank T, Spanish Fly, Karvoh y, cómo no, su hermano Shotta. Una vez más, Tote no se deja frenar por lo políticamente correcto y reparte a diestro y siniestro; buenas dosis de ingenio y vacile, múltiples alusiones a la cultura popular, estructuras ágiles y mucho flow. A lo largo de catorce tracks se muestra cada vez más versátil, rapeando sobre bases muy diferentes de Jefe de la M, Frank T, Diox, Zonah, Big Hozone, Griffi, Juan Profundo y Karvoh. ¿Tú quién crees?, Devoto, Cheik, Cheik..., Matemáticas, Uno contra 20 Mc's o Red Hot Chili Kinkis, Espíritu... son solo algunos temas de un álbum que sería una violenta sacudida a la escena del rap en español.
 
  
 
 

  
 
 
El éxito cosechado por Música para enfermos invitaba a pensar que era posible vivir del rap; a base de trabajo, entusiasmo y constancia Toteking se había ganado el derecho a jugar y competir en las grandes ligas. No obstante, antes debía abandonar la otra liga en la que competía. Su hermano y él habían jugado al baloncesto desde pequeños, ya que su padre, gran apasionado de este deporte, se los llevaba a sus entrenamientos cuando era jugador. De hecho, Tote comenzó a jugar en el equipo que dirigía su padre antes de dar el salto al Ahorre Mairena; primero se desempeñó en la posición de base para más tarde pasar a jugar de alero por su gran capacidad de salto. La escuadra de Mairena del Aljarafe fue progresivamente incrementando su nivel hasta competir en la Primera División Nacional de Baloncesto, donde figuraban nombres ilustres a la postre como Sergio Sánchez, Carlos Cherry o Fran Vázquez. Ya con pocos minutos en la rotación del equipo y con el rap requiriendo cada vez más su atención, Tote se fue alejando de las canchas y decidió abandonar su carrera baloncestística.
 
Si bien la música había desbancado al baloncesto como su gran pasión, tanto Tote como su familia tenían claro que el objetivo principal seguía siendo licenciarse en Filología Inglesa. Sin embargo, el rap ya había pasado a ser más que un simple hobby. Sus primeros años de universidad habían sido bastante flojos debido a su actividad con La Alta Escuela y su posterior andadura con SFDK; aun así, poco a poco logró enderezar sus estudios hasta alcanzar el último curso. El problema era que Tote estaba muy desencantado con la carrera, apenas le motivaba, por tanto, su intención de finalizarla acabó desvaneciéndose. Y eso que en su casa siempre pensaron que trabajaría como profesor, pero eso era antes de que su otra carrera eclosionara de manera fulgurante. Toteking empezó a recibir numerosas propuestas para dar conciertos y para participar en festivales importantes. Cuando quiso darse cuenta ya estaba ganando suficiente dinero como para poder focalizar todas sus energías en el rap.
 
 
J.G.: Estudiaste Filología Inglesa durante varios años. La sonoridad del lenguaje depende mucho del idioma. ¿Hasta qué punto crees que el rap en español puede acercarse a las posibilidades que te brinda el rap anglosajón?
T.K.:
Ese es un camino que he explorado mucho y con el que me he atormentado mucho porque siempre suena mejor el inglés, lo que pasa es que tú intentas convencerte de que no, de que tienes que luchar con tu lengua y con tu forma de expresarte, que eso es bonito. A mí me gusta escribir en mi idioma y tirar de los menos recursos que pueda como anglicismos y tal, intentar rimar en inglés lo menos posible. Pero es verdad que llega a un punto en que, después de explorarlo mucho, te das cuenta de que el idioma es lo que es; y hay idiomas que suenan mejor y peor. El español no suena mal desde luego, no sé, me parece que suena más bonito que el alemán y a mí me gusta incluso más que el francés, pese a que el francés tiene sus momentos. Pero sí que es verdad que si te gusta el lenguaje, lees y escribes mucho, como es mi caso, muchas veces envidias cosas de los ingleses.
 
 
 
 

 
   
 
Un tipo cualquiera
 
El año 2006 fue el de la consagración de Toteking como uno de los MCs llamados a dominar la competición durante muchos años. BOA Music, sello discográfico de referencia en el hip hop español, anunció un acuerdo con el sevillano para la publicación de su segundo disco en solitario: Un tipo cualquiera. Producido casi íntegramente por Big Hozone (excepto un par de cortes de Neo y Nerko), este trabajo pone de manifiesto la predilección de Tote por el género del rock, ofreciéndonos una gran variedad musical; samples de artistas como Led Zeppelin, Cream, Frank Zappa o Ronnie James Dio se entrelazan con elementos procedentes del soul, el jazz o el reggae para un resultado final simplemente brutal. Además, DJ Uni se incorpora en los scratches y el neoyorquino Vast Aire (Cannibal Ox) aporta la única colaboración al micrófono. Big Hozone también sería el encargado de la grabación junto a Jorge Gascón, así como de la mezcla, dejando la masterización en manos de otro mítico neoyorquino como Tony Dawsey (Masterdisk).
 
La cuarta referencia profesional de Tote sería su trabajo más personal hasta la fecha. Un tipo cualquiera es el disco de un tipo normal que se dedica al rap y que, por otra parte, se aleja de los tópicos del género. Rap real por encima de todo. Las letras reflejan realidades con las que muchos oyentes pueden sentirse identificados, por lo que el mensaje resulta tan espontáneo como cercano. "Mucha gente valoró esa sencillez y ese carácter más normal y más humano", ayudando a romper muchas de las barreras del hip hop en España. Cargado de crítica social y con ese toque cómico que Tote suele imprimir en sus versos, una de las mayores virtudes de Un tipo cualquiera reside en su condición atemporal. Ni de ellos ni de ellas, Mentiras, ¿Merece la pena?, Botines, Lo hacemos así o Woh!! han quedado grabados a fuego en la memoria colectiva como auténticos clásicos, convirtiendo este álbum en uno de los mejores de la historia del rap español. Una de las publicaciones con más prestigio en el mundo de la música como es la revista Rolling Stone lo definió como una "apisonadora lírica", situándolo en el segundo puesto del ranking de los mejores discos del 2006. "Sigo pensando que es mi mejor LP, por lo menos de lo mejor que he escrito, por el momento en el que salió y también por la magia especial de ese disco", reconoce Tote.
 
 
J.G.: Recuerdo una frase de Un tipo cualquiera, en ¿Merece la pena?, en la que decías "una idea buena es una odisea". A ti te gustan los retos, ¿qué opinas de esa frase que dice que todo está inventado?
T.K.:
No, no está inventado todo, tío, y menos en el lenguaje del rap español. Dheformer está reinventándolo. Hace dos días me pasó al correo un tema y ¡buf!, es espectacular, vuelves a sentir que el tema va por la mitad y ya tienes que rebobinar para volver a escuchar la idea de antes. Yo hacía eso con los discos americanos que escuchaba, con los rapeos de Kase.O o Juaninacka, mi hermano hacía eso conmigo y yo con él. Me acuerdo de que mi hermano te estaba rapeando algo, o Kase, o Zatu, o Juani cuando nos juntábamos, y sabías que la letra era un pepino porque cuando iba por la mitad decías "illo, para, para, dale para atrás, rapéala otra vez que quiero volver a escuchar eso que has dicho". Eso lo está haciendo a día de hoy Dheformer Galinier, eso lo sigue haciendo Juaninacka, que hace poco me pasó un tema para colaborar y, ¡hostia puta!, iba por la mitad de la letra y dije le voy a dar para atrás otra vez para disfrutar esto, y me la escuché siete u ocho veces. Qué va, qué va, no está todo inventado y menos en la palabra.
 
 
 
 
  
 
 
Un tipo cualquiera logró un impacto tremendo tanto dentro como fuera de la cultura hip hop, catapultando aún más la carrera de Toteking. En primer lugar, fue elegido junto a Griffi para componer el tema promocional de La Sexta para el Mundial de Baloncesto de Japón 2006, al que llamaron Al rojo vivo en homenaje a la selección española que acabaría siendo campeona. Sucesivamente, empezaron a surgir infinidad de colaboraciones, pero la que más llamó la atención fue la que realizó con Antonio Orozco en Hoy todo va al revés para su disco Cadizfornia (2006). Tote recibió comentarios muy hostiles desde los sectores más puristas del hip hop, que le recriminaron que colaborara con un artista pop cuando él siempre había sido tan crítico con dicho género. Pese a que entendió perfectamente la reacción de un sector del público, más de una década después Tote se plantea la siguiente reflexión: "Todos los que han criticado mi tema con Orozco no se han dado cuenta de un detalle: Orozco no necesitaba llamar a Toteking, ya era multimillonario. Él no se movió por el hype porque tenía siete veces más. Eso es ser más under que muchos under. Esa actitud es más auténtica que muchos que van de auténticos y han criticado eso. Antonio Orozco me llamó por pasión por mis letras y me lo hizo saber cuando me conoció".
 
 
T.O.T.E.
 
Solo volverían a pasar dos años antes de que Toteking grabara T.O.T.E., un álbum muy diferente al anterior en todos los sentidos. Si analizamos el sonido, supone un cambio drástico, especialmente porque cuenta con productores con los que jamás había trabajado en esta faceta, cinco nacionales (Nasser Wahab, Cookin' Soul, DJ Randy, Método Shintaro y Equisman) y cinco internacionales (M-Phazes, Anonymous Twist, Oh No, Dame Taylor y Auditory Beats). Tote se aleja de la acústica que predominaba en el rap español y se inclina por influencias más modernas: "Me metí por berenjenales que en esa época no se metía mucha peña. De hecho, me siento muy orgulloso de tomar la decisión que tomé cuando dije "bueno, aquí hay dos caminos: seguir con beats a 90 bpm todos iguales o investigar nuevas rítmicas". Ese punto de inflexión en mi carrera creo que ha sido un acierto porque a día de hoy sigo haciendo cosas precisamente por eso". En las letras exhibe una actitud más relajada y con menos crítica social, pero mantiene la chispa y la frescura que le caracterizan. La temática gira principalmente alrededor de su persona, con canciones que enfocan algunos distintos de su vida (Yo soy, No sonrío pero todo está bien, Rebelde por defecto, El tendedero, Ven, Ahora vivo de esto, Como en casa o Conspiración). Además, a diferencia de su predecesor, T.O.T.E. incluye varias colaboraciones: Ego, Lírico, Chico Ocaña, Shotta, Titó, Quiroga y Juaninacka, con quien anticipa un posible retorno de La Alta Escuela en La reunión.
 
El tercer disco solitario de Toteking tampoco dejó indiferente a nadie. Convertirse en el centro de todas las miradas significa estar expuesto al juicio impasible y constante del público, que a veces solo difunde comentarios destructivos. "Vi el contraste tan enorme y las críticas que recibí cuando hice el T.O.T.E. vestido de otra forma, vacilando más y luciendo un poco la pasta que había ganado", recuerda. Algunos de los seguidores que tanto habían elogiado Un tipo cualquiera tacharon de comercial este último trabajo, sobre todo por la actitud que Tote muestra en el videoclip de Ahora vivo de esto: "A día de hoy me parece un temazo, tanto por el beat como por cómo lo interpreté, las cosas que dije o el momento". Ya no le apetecía quejarse. Orgulloso de lo que había logrado, lo único que le interesaba era rapear y disfrutar. Tote debió sentir algo parecido a lo que sintió el rey Federico II 'El Grande' cuando dijo aquello de "he llegado a un acuerdo con mis súbditos: ellos dicen lo que quieren y yo hago lo que me da la gana"; de modo que respondió a la polémica como mejor sabe, haciendo música y publicando el tema Falso. La única opinión que siempre le ha importado de verdad ha sido la de su círculo de confianza, al que siempre escucha y tiene en cuenta porque nunca le regalan los oídos.
 
 
 
 

 
   
 
J.G.: En T.O.T.E. ya vemos un cambio a un tono más despreocupado. Además, dejas claro que te da igual lo que los demás piensen de tu música mientras le guste a los tuyos. Digamos que entre tu gente están tus mejores críticos, ¿no?
T.K.:
Claro. Mi parienta es cruel y me gusta que sea así. Es una persona que lleva conmigo nueve años viviendo y quiero que sea así, pese a lo doloroso que es cuando le enseño algo y me dice "uf, eso ya lo he escuchado, está repetido". Pero cuando le puse Bartleby & Co se le iluminaba la cara, esa imagen la tengo ya guardada hasta que me muera. Me acuerdo de que estábamos en la cama y le puse los cascos con el tema y le dije "mira, María, escúchate esto", y me dijo "¡Guau, cariño, ponla otra vez!". Ahí ya te llenas de energía. Y también están mi DJ; mi hermano; mi técnico de sonido; el Príncipe Palanca, un colega mío que ha sido muy importante en los últimos años porque tiene muy buen gusto musical y muy buen criterio y siempre te dice la verdad; el propio Dheformer, que hicimos el Tyson Pigeons juntos y también veía sus opiniones... pero sí, sobre todo la gente que está más cerca. Mi novia y mis compañeros de grupo, mi DJ, mi hermano y mi técnico de sonido siempre son reales conmigo. Mi técnico de sonido mismo, mi amigo Ale, es muy auténtico conmigo, siempre me dice la verdad: "este tema, Tote, aquí las barras están más flojitas, esto lo podías haber hecho mejor...". Mola que sea así.
 
 
El lado oscuro de Gandhi
 
En el año 2009, BOA Music sacó al mercado La Caja, una edición especial con todos los discos de Toteking hasta el momento, incluyendo
Tengo que volver a casa, un documental sobre su vida con imágenes exclusivas y opiniones de amigos y compañeros de profesión. Aquel fue el último nexo de Tote con la discográfica, pues en 2010 ficharía por Sony Music para lanzar el que sería su nuevo trabajo, El lado oscuro de Gandhi. En este disco (sin colaboraciones vocales) intenta en cierto modo recuperar la perspectiva de Un tipo cualquiera, volviendo a la crítica social más ácida (Doble moral, Nada cambia, Redes sociales, La crisis, Morir con las botas puestas...), a la que añade pistas que hablan sobre sus experiencias en el hip hop (La parte más fea de mi curro, Hemos llegao), su propia personalidad (Ese no soy yo, El paseo), su particular visión sobre las relaciones amorosas (Ya lo creo) o temas más amenos como los viajes (Dos españolazos horteras en el Caribe), el alcohol (Nos gusta beber) o el baloncesto (NBA). Musicalmente, se reafirma en su línea experimental, moviéndose entre el rap hardcore, el funk, el blues o el rock gracias a las producciones de DJ Randy, Sendy, Best Kept Secret, Dani's Beats, Danari Gray, Allrounda, Baghira, The Third Productions, Kajmir The Royale o The Syntesis.
 
El lado oscuro de Gandhi entró directamente al número 2 de la lista de los discos más vendidos en España. Sin embargo, la tónica general refleja que no cumplió con las expectativas que había generado, algo de lo que Tote es perfectamente consciente. Es más, ha reiterado por activa y por pasiva que lo considera como su peor álbum, ya que "un LP de catorce o quince temas no puede tener cuatro o cinco buenos, debe tener más para que te salgan las cuentas". Generalmente, el artista necesita tener la mente despejada para poder dar lo máximo de sí mismo, de lo contrario, lo normal es que a veces salgan trabajos más flojos, "eso tiene que pasar". De todas formas, no hay mal que por bien no venga, puesto que "si ese disco no hubiese estado ahí, a lo mejor no hubiera salido luego Héroe o Lebron". "Aparte, esos trabajos también hacen que espabiles, tío, son hostias cuando ves la reacción de los colegas o la crítica que no lo pone tan bien", reflexiona Tote, "o tú mismo cuando pasan dos años, vuelves a ello y dices: mierda, me tengo que poner las pilas, tío, he flojeado aquí".
 
  
 
 

  
 
 
El regreso de Toteking & Shotta
 
Toteking sentía que en su último trabajo no había dado todo el nivel que realmente era capaz de ofrecer. Así pues, se propuso recuperar el terreno perdido. Y no tardaría en hacerlo. En 2012, nuevamente un par de años después de su anterior disco, vuelve a juntarse con su hermano Shotta para trabajar en un álbum completo: Héroe. Habían pasado diez años desde que publicaron Tu madre es una foca y la química entre ellos no había cambiado en absoluto: "Mi hermano había estado viviendo en Almería durante un tiempo y habíamos estado muy desconectados. Cuando regresó a Sevilla volvimos a tener una conexión muy grande; él había empezado a hacer muay thai en Almería y yo justo había empezado en Sevilla, y lo comentábamos siempre por teléfono. Claro, cuando volvió se apuntó conmigo y pasamos cuatro años muy buenos en los que nos veíamos todos los días". La afición de ambos por el muay thai no solo facilitó que volvieran a recuperar esa unión, sino que agilizó el proceso de creación del disco, ya que después de cada entrenamiento charlaban y solían poner muchos beats e ideas en común.
 
Los dieciséis cortes que conforman Héroe no dan tregua desde que echan a rodar. En ellos, Toteking & Shotta lanzan barras agresivas y cargadas de flows, versatilidad y la misma rabia que exhibían en sus inicios. Con la crisis económica española y el desencanto generalizado como telón de fondo, la evolución y el salto de calidad de los hermanos de Alcántara como tándem es más que palpable: letras sustanciales y comprometidas que trascienden los sectores más cerrados del género y llegan a un público mucho más amplio, eso sí, sin dejar nunca de lado la competición, el cachondeo o la reflexión. Está en mí,
Mi política, Sanse o Muchas gracias son algunos de los temas más destacados. En el micrófono les acompañan Juaninacka, Rapsusklei, Griffi, Gordo Master, Kase.O, C. Terrible, Soriano y Swan Fyahbwoy; por su parte, Baghira, Phonix, Illmind, Cookin' Soul, Griffi, Heavy Roots, Frank T, Nottz y 21 The Producer presentan bases con estilos muy diversos para construir un disco bastante completo, donde la guasa, la ironía y la denuncia social vuelven a encontrarse con la misma fuerza con la que lo hicieron los hermanos González.
 
Tote nunca había dejado de recibir propuestas para colaborar en varios proyectos. Una de las que más le sedujo fue la de Radio Gladys Palmera, "una emisora que contrató a diferentes personas para hacer programas de diferentes músicas". En su caso, le ofrecieron realizar su propio programa de rap y rock junto a DJ Randy, al que llamaría T.O.C. y el cual dirigiría durante más de un año. Salvo contadas excepciones, Tote opina que es muy complicado que el rap como lo conocemos tenga su espacio dentro de la radio porque "no interesa". "La radio no está hecha para que la gente atienda a unas barras o a unas ideas, tío, está hecha para que la gente vuelva a casa del curro en coche y escuche algo que pueda ignorar, música de hilo de hotel", asegura. Pero para él el rap no es música de evasión, al menos el rap que conoce, trabaja y le gusta: "No me imagino escuchando a Roc Marciano y desatendiéndole. Si lo escucho, voy a centrarme en él, y si me voy al gym con él porque quiero su energía, soy capaz de estar levantando pesas y diciendo "¡mierda!, vaya lo que ha dicho el nota, qué guapo". Esa música no le interesa a la radio porque es una minoría la que va a atender a esa música"
. Aun con todo, nunca abandonaría la idea de defender ese espacio que el hip hop también se ha ganado en la radio. Así, años más tarde iniciaría el programa ToteKing en Canal Fiesta (Canal Fiesta Radio), donde daría a conocer a diferentes voces del rap andaluz.
 
 
 
 


  
 
Después de casi quince años de carrera musical, Tote necesitaba una pausa para desconectar de la industria, aunque no por ello dejaría de producir música. "Ahora vamos a pensar con tranquilidad, a sembrar para recoger otro tipo de trabajo más adelante", eran las palabras que acompañaban a la publicación de El tratamiento regio en mayo de 2013; este EP de escucha gratuita en las plataformas digitales de Sony Music sería un regalo para los fans, un trabajo "solo para disfrutarlo escuchándolo y punto". Las instrumentales son cortesía de Baghira, Torrico & Don Clemensa, Lowlight y M-Phazes, y en el apartado vocal encontramos a Duddi Wallace, Elphomega, Halberto El Cheff y Esco & Zawezo del Patio. Además, incluye sus versiones del Started From The Bottom de Drake (Empecé de 0) y el Sweet de Common (Otras mentes), en el que también cuenta con los scratches de DJ Uni. A pesar de que El tratamiento regio suponía una "despedida temporal", Tote continuó creando y orquestando el que sería su próximo gran proyecto: 78 (2015).
 
 
78
 
El Toteking de 78 retoma la actitud desenfadada y desarrolla un sonido cada vez más heterogéneo. "Las contradicciones van ligadas a la edad", señaló una vez refiriéndose al enfoque purista de sus primeros años. Ya no queda rastro de aquel Tote, que consiguió salir de ese agujero cuando conoció a Sólo los Solo: "Son mis salvadores a nivel musical porque me enseñaron otras cosas, tío, me enseñaron que había un rap mucho más fresco, cosas más diversas y más musicales". En este disco su versatilidad le permite adaptarse a cualquier ritmo con fluidez, ya sea trap, flamenco o incluso reggae, con un repertorio de beatmakers tan amplio como su espectro musical (DJ Rune, Brainiac Beats, Baghira, Griffi, Sone, Cam Bluff, Illmind, Mees Bickle, Surce Beats, Acción Sánchez, Magic Beats y J-Mac). Los textos se basan en el concepto de las tres 'V', que para él significan vacile, versos y vida; o lo que es lo mismo, reír, crear y vivir. Crítica y humor vuelven a mezclarse para dibujar un nuevo retrato social, dando aún más relevancia al universo personal formado por su gente, la gastronomía, el cine, la música o la literatura. En las colaboraciones, Andreas Lutz (O'funk'illo), Chyno Nyno, Anqui, Nestakilla, Nemir, Duddi Wallace, El Canijo de Jerez, María Luna, Jotandjota, Morodo, Murrah, Shotta y Niñato Garsiah; es decir, artistas de diversos géneros y muy distintos entre sí, al igual que cada canción.
Robocordones, Ya no me enfado, Con autoridad, El premio pa ti, Malamadre, Alfonso Díez, Todo el día barras o Ranciofacts constituyen uno de los trabajos más variopintos en toda la discografía de Toteking.
 
 

J.G.: En la intro de 78 (Pa eso vine) dices que te liberaste de estilos para poder empezar a crear. Digamos que es un proceso que lleva una doble dirección, es decir, tienes que desconectar de las influencias, pero estas también te ayudan a construir algo nuevo. Kase.O nos dijo que no puedes competir a un cierto nivel musical si no tienes cultura musical, como es vuestro caso. Tú tienes muchas influencias no solo del rap, sino del rock, del jazz... ¿cómo desconectas de todas ellas?
T.K.:
En mi caso es sencillo. Te iba a decir que cuando creo, pero ya siendo honesto es casi en el día a día. Apenas oigo rap, tío. Hace poco vi una entrevista de Albert Plá en La resistencia y dijo una cosa que parecía una broma pero era muy seria y me encantó. Vino a decir algo así como que él no oía música, y lo dijo súper tranquilo, dijo "¿cómo voy a oírla si la hago?". Y es natural que te pase. Si yo hago rap, ¿cómo voy a oír rap? Tengo 40 años y llevo veintidós oyendo rap, he escuchado muchísimo, tío, y claro que oigo, oigo a Westside Gunn, Conway, Roc Marciano, Dave East, Joey Badass... hay muchos notas que me siguen molando, pero si te enseño mi teléfono, tengo mil veces más stoner, doom, rock clásico... y esa es la manera en la que uno sale, porque si uno está todo el día con las influencias, no tiene personalidad, no es capaz de escribir una cosa, que es lo que muchos hemos visto. Supongo que Kase se referiría también a eso si te habló de este tema, porque es una cosa que hemos comentado mucho. Hay artistas que son capaces de hacerte una canción calcada en su época, por ponerte un ejemplo, a Lil Wayne o ahora a Drake. ¿Pero dónde estás tú, tío? Estáis tan pegados a la influencia que sois lo mismo. Entonces, la única manera de que aparezca tu voz y de que seas tú es apartar esa influencia. ¿Cómo se aparta? No oyéndolo. Yo ya tengo rap suficiente en la cabeza como para desconectar de él un añito. Este año si hiciera balance, creo que en mi cabeza ha sonado más un ochenta por ciento de stoner que de rap.
 
 
 
 
 
 
 
 
En marzo de 2016, en plena gira de 78, Toteking y Dheformer Galinier unieron sus fuerzas para lanzar digitalmente Tyson Pigeons, un EP compuesto por cuatro temas: Escupiéndolo, I'm So High, Las palomas de Tyson y Killers. Hablamos de un trabajo breve pero intenso, donde el sevillano y el gaditano ejecutan un rap crudo y rebosante de punch lines. Drama Theme, Príncipe Palanca y Baghira aportan producciones con tintes oscuros y un sonido muy underground. El resultado final supone un inesperado soplo de aire fresco para la escena, una demostración de que los rappers de diferentes quintas son compatibles y pueden colaborar sin más objetivo que el de hacer buena música. De hecho, en los últimos tiempos Tote ha trabajado cada vez más con artistas jóvenes a los que admira, más allá de los nombres y los números: "De las nuevas generaciones solo me interesan los que trabajan la lírica y los que tienen interés en la palabra, que en definitiva es lo que más me gusta y lo que me sigue manteniendo vivo del rap después de tantos años". Igualmente, tampoco olvida a sus amigos de toda la vida. En julio de ese mismo año aparecía en el tema Ready 4 War junto con La Alta Escuela, una prueba de que la llama del grupo aún sigue encendida.
 
Por otro lado, Tote siempre está muy atento al rap que se cuece fuera de España. A lo largo de su carrera ha grabado con gente como Vast Aire, Tres Coronas, Wise Intelligent, Esco, Zawezo del Patio, Chyno Nyno (EE.UU.), Foreign Beggars (Reino Unido), H-Kayne (Marruecos), Los Aldeanos (Cuba), Lápiz Conciente (República Domincana), Nemir (Francia), Fianru (Argentina), Apache (Venezuela)... En ese sentido, elogia el gran crecimiento que ha experimentado el género últimamente en América Latina. En su opinión, "Latinoamérica está que flipas, tiene gente bestial, y, además, muchos de ellos trabajando la lírica a unos niveles increíbles", entre los que destaca, por ejemplo, a los colombianos Crudo Means Raw y Alcolirykoz o al venezolano Apache, con quien lanzaría el tema
Pa que afinen unos días después de nuestra entrevista.
 
 
J.G.: Has mencionado mucho a Dheformer. Últimamente, te estás moviendo más con gente que no lleva tanto tiempo en esto como otros de tu quinta. Musical y líricamente, ¿qué te aportan y qué crees que aportas tú a las nuevas generaciones con las que colaboras?
T.K.:
Erick Hervé, por ejemplo, escribe que te cagas, Alex Orellana escribe que flipas, Dheformer es mi favorito escribiendo, tengo una envidia sana hacia él porque es increíble lo inteligente que es, tío, y las palabras, las fórmulas y los recursos que tiene. ¿Qué me dan? Pues frescura y me dan energía, porque después de veintidós años la única forma de no aburrirte y salir de tu zona de confort es meterte en un reto. Cuando hice el Tyson Pigeons con Dheformer yo estaba cargado de energías como si tuviera 20 años. Fui capaz de sacar barras que me gustan mucho a día de hoy. ¿Qué puedo aportarles yo? Pues supongo que es un tópico, pero a lo mejor la veteranía, lo que sé de la industria, como los tiburones con los que me he encontrado, las trampas de los sellos... Si alguien de 20 años me pregunta, le puedo decir "por ahí no tires, tío, por ahí he tirado yo y no hay camino". Quizá eso es lo que podría aportar yo.
 
J.G.: Porque lírica y musicalmente al final todos ellos tienen cierta influencia de lo que te han escuchado, ¿no?
T.K.:
Sí, claro, quien me haya escuchado tendrá alguna cosa que sin darse cuenta está ahí. Pero la verdad es que hay notas haciendo cosas que ya no se parecen mucho a nuestra escuela, y eso es bonito, tío. A mí eso me nutre, a mí eso me carga las pilas. Si te soy sincero, me interesa mucho más colaborar con gente así, porque aparte nunca me he movido por el hype, por las visitas. Creo que es un error de nuestros tiempos, colaborar por hypes, "si sumo mis visitas a las tuyas, vamos a reventar". Me parece un error para la música, me parece matar a la música. Vamos, yo jamás he colaborado cuando era chico con nadie por esos motivos. Hay mucha gente de hoy en día que veo y digo "ya está, estaba claro que este tío iba a hacer la colabo con el otro, venga, el millón rápido", y ves el tema y dices "tío, si es que se ve que lo habéis hecho corriendo para sumar las visitas".
 
J.G.: La clave al final es juntarte con otra persona porque crees que te aporta y puedes aportarle musicalmente para hacer algo distinto.
T.K.:
Totalmente. De hecho, en nuestra quinta se hacía así, y creo que yo sigo trabajando así. Yo no llamé a El Canijo por sus hypes en Internet, porque, vamos a ser realistas, en Internet es una persona conocida, sí, pero El Canijo ya es conocido por sus bolos y por su música, no es un nota de 20 años que ha nacido en Internet. Y cuando llamo a Rozalén ni sé los números de ella, los desconozco. Escucho al artista, escucho la música y hagamos música.
 
 
 
 

 
 
 
 
Lebron
 
A principios del año 2018 sale a la luz Lebron, la octava referencia profesional de Toteking y su sexta en solitario. Durante diecisiete canciones, el sevillano pone en valor su legado musical y sigue defendiendo su sitio en el hip hop con más fuerza que nunca. Lebron nos muestra su versión más valiente y madura gracias a una visión reflexiva, autocrítica y melancólica, tanto en las letras como en los ritmos. El título del álbum es toda una reivindicación de veteranía y experiencia en plena dictadura mediática, un puñetazo sobre la mesa en una competición abarrotada de jóvenes hambrientos de éxito. Toteking viene a ser en el rap español lo que LeBron James en la NBA, una estrella consagrada de la liga, con un bagaje de conocimientos, ideas y habilidades envidiable y con una metodología de trabajo en las barras casi obsesiva. "Solo hay un campeón, pero eso no significa que no tengas éxito. Habrá victorias y derrotas, pero lo que controlas es cómo te preparas todos los días", declaraba 'King' James tras fichar por Los Angeles Lakers. Toteking, al igual que el alero de Akron, no ha dejado de prepararse desde el día en el que descubrió su verdadera pasión.
 
La evolución de Tote como artista alcanza su punto álgido en Lebron. En las producciones no arriesga tanto como en el 78, siendo más coherente, equilibrado y preciso, puesto que "ha sido meter muchos arreglos y limpiar, y quedarte con el de 100 pavos". Sin embargo, en este disco tampoco se priva de experimentar y divertirse con el rap. Siempre trata de no quedarse estancado y probar cosas nuevas: "Quizá eso sea lo que me ha hecho meterme en dobles tiempos, incluso coquetear alguna vez con temas más modernos o con otras ramas, porque es que si no te mueres de aburrimiento, yo por lo menos me aburro". Lebron mantiene y pule aún más los beats clásicos, pero también incorpora sonidos y ritmos de reggae, dancehall, afrotrap, grime, funky, UK garaje o incluso pop. "Por ejemplo, está el tema de Bartleby que el beat en sí es más clásico, pero, después, en el tracklist te encuentras el de No Love, que es una 'marcianada', o el de Tonto, que es mucho más moderno. Esas cosas me mantienen vivo", explica Tote. Tone Mason, AymenOnTheBeat, DJ Rune, Andrew Triple A, Príncipe Palanca, Stash House, Mezkla Dohnaire, El Cirujano, Alejandro Berraquero, Pandemic Fingaz, Cam Bluff, FGH, Frikstailers y Manu Beats son los responsables de crear la atmósfera instrumental que envuelve a Lebron.
 
Toteking deja claro en este LP por qué sigue siendo uno de los letristas con más gancho del hip hop en español. Crítico empedernido contra los estereotipos, las modas o las injusticias del sistema, sus versos pueden funcionar como una crónica de actualidad. Sabe fluir perfectamente entre lo viejo y lo nuevo, entre la realidad de la calle y la de la literatura, el cine o el deporte. En Lebron va todavía un poco más allá, ya que realiza una revisión profunda e intensa de sus principios y sus valores. En Puzzle pone su trayectoria musical en una balanza con honestidad, sin reparos en reconocer sus errores, y al final sale reforzado. Pero es en Bartleby & Co., Tiempo o Mi colega, dedicado a su padre, donde reluce más su madurez, enfrentándose a sus dudas y emocionándonos como pocas veces lo había hecho: "Siento constantemente la necesidad de sentirme vivo en la música después de tanto tiempo, superar lo que he escrito y conseguir una letra que me dure mucho en el tiempo. Bartleby, Puzzle o Mi colega sé que son temas que se me van a mantener". Tampoco faltan sus letras con temática social (
Ellas, Nada es seguro o Gente tóxica), así como rapeos explosivos para levantarnos del asiento a base de juegos de palabras y cambios de ritmos (Libera el estrés, No Love, Peligroso, Tonto, Sube sube sube). Tote es capaz de adentrarse aún más en la música urbana anglosajona, ampliando su propio abanico estilístico y sus dotes comunicativas.
 
 
 
 

 
 
 
 
J.G.: Si te dijese cuatro frases de Lebron, ¿serías capaz de desarrollarlas?
T.K.:
Me cuesta mucho hablar de lo mío, porque como ya lo he creado yo, pero vamos a intentarlo.
 
J.G.: "No quiero ver esa arroba, / quiero ver igual esa nómina" (Ellas).
T.K.:
Es una cosa que hablo con mis colegas mucho y lo mantendré siempre. Me parece que hay un esnobismo en el feminismo que no llega a ningún lado. Se está ramificando ya no solo en el feminismo, sino en las luchas de colectivos. La arroba, en ese sentido, se refiere a esa práctica de nombrar al plural y poner 'tod@s'. En español no se escribe así, eso es esnobismo barato que no suma nada a la lucha, que es que la nómina de la mujer sea igual que la del hombre y etcétera. Escribir 'todos' con una arroba o con una 'x' no es el camino. Y eso detona que otros colectivos hagan cosas aberrantes, como gente que se casa con un árbol o que dice que no llames a su perra 'perra' porque eso es ser tránsfugo... delirios, o sea, el ser humano perdiendo la cabeza. La lucha va en otro camino, o yo creo que va en otro camino, cada uno pensará una cosa...
 
J.G.: "En este mundo faltan huevos y sobran charlas motivacionales" (Gente tóxica).
T.K.:
Mi lucha a muerte contra el coaching, el mindfulness, las nuevas ramas del chamanismo barato y la homeopatía de la mente. Por mi influencia, mis lecturas, la música, las charlas con mi padre, creo que la única manera de enfrentarte al mundo es de una manera estoica. Básicamente creo que el camino de la autoayuda es falso, entre otras cosas porque depende de factores que no están en que te digas delante del espejo lo bonito que eres, que lo vas a conseguir o que tú puedes; eso es mentira, hay gente que no tiene un puto espejo en su casa o no tiene ni para comer. El coaching está hecho para burgueses, gente que ya parte de una base. A mí me mantiene vivo el nihilismo, pasar y centrarme en cuatro cosas, la lectura, desarrollar el intelecto, pero no ponerme a ver una charla TED de un nota que tiene los bolsillos llenos de dinero y que me está contando que él estaba en la mierda. Porque todos son iguales: han estado en la mierda, tirados en la calle sin un duro, su empresa quebró y de repente con motivación... no me cuentes películas, tío. Si hay gente que no puede ni montar una empresa, que lleva trabajando de camarero toda su puta vida y no puede salir de ahí. ¿Qué les estás contando? Esa es una terapia para burgueses y para gente que incluso me huele casi a derecha. Y no me gusta.
 
J.G.: "Voy a predicar con tu ejemplo, / qué fácil es escribir cuando no estoy mintiendo" (Mi colega).
T.K.:
Quizás sea el punto de inflexión de Lebron, el momento en el que pierdo el miedo, en el que veo que mi padre ya no está y que mañana me va a pasar a mí. No es que me pueda, es que encima me emparanoio pensando que me va a pasar porque soy un calco a él genéticamente, éramos dos gotas de agua. Entonces, en ese momento dejas de tener miedo. Me suda la polla lo que pueda pensar este, quién se ofenda por lo que he escrito... me suda los cojones. A día de hoy sigo así y voy a seguir así, y voy a ir a más porque cuando tienes un poco de miedo mientes escribiendo, y se acabó mentir. Al que no le guste escuchar lo que digo que se joda.
 
J.G.: "He llamado al diablo para que pare el tiempo, / me iré como Jordan, por aburrimiento" (Peligroso).
T.K.:
Está guapa esa, ¿eh? Una reivindicación de cómo me veo. No sé, soy un currela, tío, me gusta mucho, pero sobre todo soy un picao' en ese plan de voy a seguir luchándolo a muerte y se trata de trabajar la palabra y poder hacerlo muchos años más. Lo bueno que tiene esto es que Jordan se tuvo que ir porque en el deporte llega una edad en la que te jubila el físico, pero mi mente está perfecta.
 
 
 
 
 
 
 
 
Lebron es el álbum más cuidado de Toteking en todas sus facetas, desde la lírica hasta la producción, pasando por los arreglos musicales o las colaboraciones. En este último apartado, Tote se ha movido en dos direcciones tan marcadas como complementarias: por un lado, con MCs emergentes (Príncipe Palanca, Erick Hervé, Mezkla Dohnaire) o menos mediáticos (CeErre, Lone), a los que suma la presencia habitual de su hermano Shotta; por otro, con artistas de otros géneros musicales que vuelven a aportarle una mayor dimensión sonora a su trabajo (Little Pepe, Green Valley, Rozalén, Andreas Lutz). Además, en esta ocasión se ha implicado mucho más en la mezcla. En 2010 decidió montar su propio estudio de grabación en casa con la idea de grabarse y conocer mejor su voz. "Sé cómo quiero grabar, sé cómo colocarme en el micro, he aprendido trucos a base de trabajar muchas horas en el estudio", y está convencido de que su discografía ganaría muchísimo si la regrabara con las técnicas que ha ido adquiriendo. De esta forma, podemos decir que Lebron es la obra culmen de Toteking, que se ha quedado con lo mejor de su carrera para llevar su música justo a donde quiere. También ha sido su reto más complicado por el fallecimiento de su padre en mitad del proceso, que le hizo cuestionarse si aún tenía sentido seguir rapeando. Por todo ello, afirma tajantemente: "Lebron es, sin duda, el disco que más trabajo me ha costado hacer de mi carrera".
 
El excelente trabajo de Toteking no pasó desapercibido fuera de España. A finales de 2018, Lebron fue nominado al premio Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum de Música Urbana. El sevillano agradeció la nominación pero no quiso ir a la gala. Los premios le hacen dudar porque siempre le han parecido absurdos. "¿Cómo vas a premiar el disco del año?, ¿quién decide y quién ha escuchado todos los discos de música urbana de un año, tío?", se pregunta, "si Woody Allen, que es una leyenda mundial y ha hecho una obra que no va a morir nunca, no fue a recoger ese día el Óscar porque estaba haciendo otra cosa, ¿cómo voy a ir yo a por una cagarruta? Bob Dylan no fue a por el Nobel porque sabía que no vale una mierda". Son sus influencias y siente que tiene que estar con ellos, además de que él también piensa de esa manera. "Creo que hay cosas más importantes que hacer que irte a una gala, donde no me iba a sentir cómodo tampoco, no es mi ambiente, no sé los códigos, no he estado en una alfombra roja nunca, no sé cómo se anda por ahí ni lo que hay que hacer. Eso no tiene nada que ver conmigo", sentencia.
 
Entre otras cosas, y como ya hemos visto, Tote se caracteriza por no tener pelos en la lengua. Por tanto, sus declaraciones no son siempre del todo populares, especialmente en temas como la política. En este aspecto es una persona con conocimientos y criterios bien formados. "Los artistas que ignoran el mundo y les suda la polla todo lo que esté pasando" no le agradan, pero tampoco tolera a "una persona que desde que le pulsas el play todo es un panfleto”, le aburre rápido. "Me encanta estar leyendo una obra y que, de repente, note que el autor me dice en el capítulo ocho algo que no te esperas. Me habla de algo social o me cuenta sus inclinaciones políticas en un momento, pero quiero que sea un bofetón, y después quiero seguir leyendo el libro", aclara. Incluso puede sentirse cómodo escuchando o leyendo a una persona que simpatice con un partido político contrario al suyo si su obra le gusta, ya que "no se trata de empatizar con lo que cuenta, se trata de que no lo cuente tanto, porque si no aburre"; "Yo quiero seguir disfrutando del arte, no del panfleto".
 
  
 
 

  
 
 
El universo de Manuel González
 
Toteking no podría entenderse sin el cine, la literatura y la música. Estas tres disciplinas del arte tienen un peso muy importante en sus letras, por lo que nos aventuramos a descubrir sus preferencias en cada una de ellas. En la gran pantalla hay muchas ramas que le gustan, sobre todo el género de la ciencia ficción, "que la gente no considera gran cine" y que él considera "un cine inmenso". Se enorgullece al decir que ha visto un millón de veces Robocop (Paul Verhoeven, 1987) o Predator (John McTiernan, 1987), "películas auténticamente mágicas" para él. "Pero si hablamos de cine más serio", Woody Allen y Martin Scorsese han sido los directores que más le han marcado. En cuanto a la literatura, no tiene que pensar mucho cuál es su gran referente: "Enrique Vila-Matas, aparte de ser de mis escritores favoritos, me ha puesto por delante un abanico gigantesco porque en sus obras no para de nombrar otros libros y otros escritores". Tote descubrió a Enrique Vila-Matas en la universidad y se dio cuenta de que comparten similitudes, pues ambos incluyen numerosas referencias en su obra. De hecho, temas como Bartleby & Co. (mismo título que uno de sus libros) son una prueba fehaciente de su admiración por el autor barcelonés. En la música le cuesta más destacar a alguien en concreto, aunque si tuviera que hacerlo, se quedaría con toda una leyenda como Nas y su clásico Illmatic (1994), "porque los momentos claves que he sentido escuchando los temas de ese disco son irremplazables".
 
Después de más de una hora, nuestro encuentro con Tote va adentrándose en su fase final. Desde que apareció por la puerta de La Bicicletería, local que nos acoge junto a la Alameda de Hércules (Sevilla), se ha mostrado como una persona natural y cercana, sin rastro de esa pose que muchas veces se le presupone a un artista hip hop. Tanto es así que ha decidido acudir solo a la cita, presentando una predisposición total en todo momento. Para esta ocasión también nos acompaña nuestro amigo Fulo, MC y productor del grupo de hip hop italiano Kmaiuscola y que participa en esta entrevista desde una perspectiva más técnica. Fulo nos ha abierto las puertas de 'La Bici' en mitad del ambiente relajado y amistoso que le caracteriza; la música flota sobre la acústica del lugar; suena rap, como no podía ser de otra forma. "Debería bajarla un poquito para contestarte, más que nada porque como algún tema me mole...", avisaba Tote, provocando la sonrisa general.
 
 
FULO: Sé que te gusta la técnica y la métrica, pero no todos pueden hacer construcciones métricas. Para mí es la diferencia que hay entre un artista hip hop y cualquier chiquillo. Si hay una construcción métrica en la que dices "me gustaría decirlo así pero el significado y el sentido se pierde un poco", ¿sacrificas más la rima o prefieres ser más claro con el contenido?
T.K.:
Normalmente, en una canción, si estoy enfocado en una idea que creo que es grande y que puedo escribir en una dirección concreta, olvido la métrica; ahí no me importa sacrificar la métrica porque la idea es grande. Por ejemplo, Bartleby & Co. habla sobre algo concreto, y ahí me da igual la métrica. De hecho, no la pensé cuando la escribí, estaba completamente al servicio de la idea. Pero si en una canción el ritmo es vacilón y me lleva a otro sitio, estoy despreocupado y no quiero contar una idea concreta, estoy al servicio del juego, la métrica y los trucos.
 
F.: ¿Y te complace más un tema cuyo contenido han captado bien?
T.K.:
Hay veces que se dan las dos cosas y, entonces, ya es la ostia.
 
F.: Es que he escuchado algunos temas tuyos y he dicho "¡hostia, cómo lo ha cerrado!". A mí es lo que me flipa más.
T.K.:
El juego.
 
F.: De hecho, cuando escucho siempre estoy pendiente de este aspecto porque suena, le da un aporte más.
T.K.:
Claro, los juegos de palabras son parte del rap y lo han tenido todos los grandes. Es que si no, es como hablar, y lo suyo es jugar con las palabras, a mí siempre me ha interesado eso. En mi quinta, la gente de mi edad cuidaba mucho eso.
 
F.: ¿No crees que sería oportuno que volviera un poco eso? Para diferenciar la calidad.
T.K.:
Bueno, hay gente también muy buena que no juega nada con la palabra, que directamente suelta conceptos en pareados, pero los conceptos son piedras y la sensación que te transmiten es buena. Hay gente que no necesita complicarse. Pensando en literatura, hay escritores que transmiten muchísimo y apenas tienen recursos literarios, parece que escriben tal y como hablan, pero tienen algo que no sabes qué es. A mí me pasa con algunos artistas de rap, que digo "ostias, es tan sencillo que yo no sería capaz de hacerlo", y es un pareado y otro, una idea y otra, muchas no riman, pero consiguen llegarte.
 
 
 
 


"Si estoy enfocado en una idea que creo que es grande, olvido la métrica; pero si el ritmo es vacilón, estoy despreocupado y no quiero contar una idea concreta, estoy al servicio del juego, la métrica y los trucos". / Julián VÉLEZ
  
  
  
 
Aún nos queda tiempo para hablar sobre baloncesto. Tote no solo dejó de jugar varios años tras alejarse de las competiciones, sino que también dejó de seguir la NBA durante lo que él llama 'La época de Kobe'. Sin embargo, volvió a reengancharse en junio de 2016, con las Finales en las que los Cleveland Cavaliers lograron de forma épica una hazaña sin precedentes, remontar una eliminatoria con 3-1 en contra, nada más y nada menos que contra los todopoderosos Golden State Warriors. La excelsa actuación de LeBron James, cargándose el equipo a sus espaldas, impresionó tanto a Tote que decidió que su próximo disco llevaría el nombre de la estrella de los 'Cavs'. Confiesa que no le agradaban demasiado los Warriors ("un equipo de bullies"), ni tampoco la escasa lealtad que queda en la liga o el modelo de juego que se está imponiendo en los últimos años: "No puedo soportar a un equipo que hace posesiones de cinco segundos y se tira un triple, ese no es el baloncesto que yo viví". Por cierto, su franquicia favorita, por romanticismo y porque cambia poco y mantiene el bloque, es "un equipo modesto pero luchador" como Washington Wizards.
 
Al final de la entrevista, compartimos nuestras impresiones sobre la misma y seguimos conversando sobre música y literatura. "Estoy escribiendo ahora algo fuera del formato rap que no sé dónde desembocará", nos revela Tote. Para poner el broche de oro, se anima a soltar una buena serie de barras sobre un beat de Fulo en una enésima demostración de frescura y destreza. Después de más de dos décadas, mantiene su buena forma, reforzándola con los fundamentos que le da la experiencia. Y es que el entrenamiento del auténtico artista, al igual que el del guerrero, jamás concluye, y su mayor oponente no es otro que él mismo. Si dominar a los demás te hace más fuerte, dominarte a ti mismo te hace más poderoso. En una selva que engulle todo lo que encuentra a su paso como es el mundo de la música, Toteking sigue compitiendo entre los mejores, evolucionando y adaptándose a los nuevos tiempos pero sin traicionar todo aquello que lo hizo grande; la pasión por la música y los ritmos, el espíritu de trabajo incansable en los textos y la mirada crítica hacia la sociedad en la que vivimos son las principales bases sobre las que se eleva su castillo. Toteking representa el poder de las barras, el que le ha llevado a establecer su propia hegemonía en la música.
 
 

J.G.: Para terminar, empieza y completa esta frase: Para mí la música es...
T.K.:
Ehhh... [risas]. Las cosas más sencillas son las que me atrancan, tío. Hay gente súper rápida para esto. Mira, voy a ser sincero: la música es algo a lo que me enganché y que me ha llevado hasta aquí sin saber cómo. Algo a lo que me enganché de chico y que, sin darme cuenta, han pasado veinte, treinta años, estoy aquí y sigo ahí. No sé cómo, no sé qué ha pasado.
 
J.G.: ¿Y el rap?
T.K.:
El rap es eso mismo pero trasladado a otra cosa también. Ahora me doy cuenta de que el rap ha sido todos estos años un suplente de las ganas que tenía de escribir. Obviamente me encanta el rap y me encanta todo lo que te he estado contando en la entrevista: la técnica, la palabra... pero lo que más me gusta del rap, a día de hoy, es que es una música que te deja hablar, te deja contar un texto y te deja la opción de hacer un tema de cuatro minutos, como tenemos muchos rappers, donde no hay un estribillo y largas un montón de ideas, y eso no lo tiene ninguna otra música. Dudo que haya un tema de rock de siete minutos como los que ha podido hacer Kase.O o como los que he podido hacer yo. No hay, y esa es la magia que tiene el rap, que te permite contarle a la otra persona un montón de cosas. Para mí ha sido un suplente todos estos años de la literatura que quería escribir, que me daba vergüenza y me daba miedo iniciarme. Ahora he roto ese miedo y estoy empezando a escribir fuera del rap por primera vez, pero durante mucho tiempo ha sido el medio que he tenido para poder contar muchas cosas y para desarrollar la técnica de escritura.
 
  
 

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